Escocia en moto – De Scunthorpe a Glasgow

Buenos días.

Tengo que decir que desde que se fue fraguando este viaje, yo tenía cierto nerviosismo cuando llegara este momento. Y se debía a que yo no sabía cómo iba a mover la moto con Blanca de paquete. Sabía que en carretera no tendría muchos problemas, pero en parado… quizás sería mucho peso para mí.

Un pequeño susto yendo hacia la otra derecha

Blanca y Txaguin
Blanca y Txaguin

Pues llegó el día. La prueba de fuego. Cargamos los trastos y al lío. En el primer cruce, susto de los gordos: en el cruce tenemos que tirar hacia la derecha y me voy por el lado español, grave error, y Copito detrás de mí. Yo libro porque el coche que viene por el lado correcto me ve, pero Copito está a punto de caramelo y se cae con la moto. Afortunadamente no pasa nada, sólo ha sido un susto. Todo en orden. Seguimos las instrucciones del GPS para salir de Scun y enfilar hacia Glasgow.

Contando ovejas

La carretera que sube a Glasgow es como las que ya habíamos tenido. Autovía pura y dura. Como pinta monótono el tema, decidimos atravesar por el Yorkshire Dales National Park. Y es un acierto total. La carretera es estrecha, sin arcén, pero el asfalto es bueno, y el paisaje espectacular. Los pueblos que vamos pasando son de cuento. De hecho el Tour de Francia de este año tendrá algunas etapas por aquí. Praderas llenas de ovejas. Ovejas, obejas, hobejas, todo tipo de ovejas. Miles de ovejas, de todos los tamaños y formas. De hecho, en este viaje he visto 5.364.214.218.364 ovejas exactamente. Ni una más, ni una menos.

Carretera a Glasgow
Carretera a Glasgow

De momento Blanca va muy a gusto y yo no tengo ningún problema en la conducción. Se nota el peso, el equilibrio, pero la moto responde perfecta. Y los neumáticos Michelin Anakee 3 van perfectos también. Gracias Luis por aconsejármelos. Me dan confianza. Espero que en lo húmedo respondan igual de bien.

Glasgow

High Kirk
High Kirk

Atravesamos el Parque Nacional y seguimos hacia Glasgow. Llegamos al SMITHS HOTEL con la ayuda del GPS, reservado el día anterior desde Scun. Qué invento el GPS. Imprescindible en este tipo de viaje. Sin él hubiera sido un caos total.

Hemos llegado lloviendo. Por fin apareció.

La habitación es pequeña, coqueta, con dos camas. Nos cambiamos y a ver Glasgow en moto. Hemos ido a ver la catedral, que no es nada del otro mundo en cuanto a tamaño y nos hemos metido en la necrópolis. Joder con la necrópolis. Tumbas por todos lados. Tumbas. Jardines con tumbas. A la vez tétrico, a la vez espectacular, a la vez sombrío… Muy chulo el sitio. Además no había nadie y con la leve lluvia le daba un toque de peli de miedo. Recomendable la visita. Buenas vistas de la Catedral de Glasgow. Altamente recomendable.

Calentando motores
Calentando motores

De vuelta al hotel paramos en un indio que habíamos visto en la ronda y a cenar. Mu rico todo, especiado que te cagas, a mí me gusta todo esto, aunque no hay rebozo. Glasgow tiene ese aspecto típico, como Dublín y Edimburgo. Tienen un no sé qué que a mí me gusta mucho. No lo se explicar. Simplemente me gusta. Después del turisteo al hotel, a cargar los móviles y demás tecnología y a plegar. Tenemos desayuno.

Buenas noches

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